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  • Foto del escritorAarón Covarrubias Cuéllar

LOS HIJOS DEL RAYO. GRANICEROS


En la Sierra de Texcoco, los nahuas utilizan el verbo tlaxtlahuis para denotar “ofrenda” y lo traducen con el verbo “pagar” o más específicamente “pagar una deuda”. Éste refiere a un don que se da por anticipado y que es obligado a pagar a los ahuaques o deidades pluviales que son venerados, pidiéndoles favores para sus cosechas a cambio.




A su vez hay un “pacto” entre la comunidad y el ritualista como el de éste con los ahuaques, destacando el doble vínculo social de la mediación. Un ejemplo privilegiado de ello lo proporcionan los rituales de curación.


En el contexto de la relación entre seres humanos y ahuaques, los “graniceros” constituyen individuos “elegidos” como intercesores entre los las deidades vinculadas a los cambios atmosféricos (lluvia, sequía, granizo, frío, viento, calor) y la comunidad humana. Se trata de sujetos de “espíritu fuerte” (resistente al “espanto”)


El origen de los graniceros o tiemperos se remota a la época prehispánica, cuando formaban parte de la jerarquía sacerdotal y se les conocía como nahualli o tlaciuhqui.


Bernardino de Sahagún, habla de los teziuhtlazque, "casi estorbadores de granizo", y de la Serna, de "los espantanublados o graniceros", ambos refiriéndose únicamente a su función como controladores del tiempo.


Dentro de las cuarenta clases de magos del mundo náhuatl, López Austin incluye a los dominadores de los meteoros, y entre ellos menciona a "el que arroja los vientos y las nubes"; se refiere a éste no como un protector de la agricultura sino de la salud de los niños: "... ya que se atribuían algunas de sus enfermedades a los vientos y las nubes. El procedimiento era similar al del que ahuyentaba las nubes de granizo".


De acuerdo a su región, pueden ser graniceros, en el Estado de México; Tiemperos, en Puebla; misioneros del temporal, en Morelos, y existen otra docena de nombres más para representar a los mismos personajes.


Los graniceros, son personas a las que al ser "tocados por un rayo", directa o indirectamente y no mueren, son señalados y elegidos como intermediarios entre el reino del cielo o de Dios y los hombres.


Debido a la gran cantidad de energía que los golpeó hace que en su interior se les abran unos puntos energéticos que en el hinduismo, por ejemplo se les denominan chakras, los cuales les dan a estas personas el poder de comunicarse con los animales, flores y hasta con las montañas, sobresaliendo de entre las cimas el Popocatépetl.


Dándose así, una iniciación del tiempero ocurriendo durante los sueños, cuando se cree que su espíritu transformado abandona el cuerpo y viaja al interior de los manantiales, donde resulta vinculado a un compadrazgo con los espíritus de la montaña.


En Morelos cuentan con un gran prestigio los rayados, que son aquellos que fueron tocados por un rayo femenino que los mata y un segundo rayo masculino que los resucita.

De menor prestigio son los cuarteados, quienes por la fuerza indirecta de un rayo quedan inconscientes e inician un viaje espiritual en donde los señores del temporal les indican que han sido elegidos para trabajar en sus dominios.


Sin embargo, también existen quienes son predestinados a través de los sueños o por ser descendiente de un claclasqui (palabra náhuatl, que en algunas poblaciones nahuas de Morelos, se usa para nombrar a los graniceros).


Los que se inician a través de sueños revelatorios o son elegidos por enfermedad; esto es, padecen alguna enfermedad que cede al tiempo en que ellos aceptan su misión como graniceros. Si no cumplen con el cargo que les fue entregado, están sujetos a sufrir desgracias, padecimientos, múltiples, descargas de rayos, al morir y llegar al reino de los cielos atender a los enfermos en forma de espíritu, o ser molestados de manera constante por los chaneques o duendes.

Ambos son tiemperos de Xalixintla y a pesar de tener diferencias entre ellos, siempre coinciden en los rituales en honor al Popocatépetl e Iztaccíhuatl
Antonio Analco y Nazario

Es claro que el término granicero y sus sinónimos aluden a su función como controlador de tempestades, granizadas y lluvias. Su distribución se restringe a comunidades de la sierra Nevada del Estado de México y zonas aledañas de Morelos, así como a la región nahua poblano-tlaxcalteca.

Son de gran importancia en la agricultura, cuya principal función consiste en controlar fenómenos meteorológicos. Se le reconocen, además, facultades de curandero y adivino.

Tienen la facultad de atajar el granizo, de curar a otras personas y alejar el mal tiempo de los campos de cultivo, poderes que tienen como base el ver e interpretar el oráculo de la luna. Manipular otros fenómenos, por ejemplo el arcoíris.

Se ha observado que recurren a la limpia como el principal procedimiento diagnóstico y curativo. Otros procedimientos de diagnóstico son llevados a cabo a través de revelaciones durante los sueños o estados alterados por ingesta de alucinógenos, o bien tomando el pulso. Los graniceros son ocasionalmente consultados para adivinar el futuro o reconstruir el pasado. Esta actividad se realiza en forma clandestina, ya que suelen ser acusados de hechiceros.

Cualquiera que sea su iniciación, los marcados serán asistidos por otros graniceros quienes están organizados en agrupaciones o corporaciones, y culminarán su destino como graniceros en una ceremonia llamada presentación o coronación, o bien, en otra en la que se ingerirán psicotrópicos con el fin de inducir el sueño en el que reciben el "don".

Estos grupos viven principalmente y actúan en poblados aledaños a las elevaciones del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, aunque en otros sierras o cimas de importancia relativa como Texcoco también existen. Y todos coinciden y muestran el deseo de conciliar la tradición mesoamericana y el culto católico.


Por ejemplo en Amecameca:


El inicio del ceremonial para la petición de lluvia, se da a partir del primero de mayo, pero antes de ingresar a los distintos templos debe pedirse permiso en la Piedra del Conejo, un acto que no puede pasarse de largo.




Si bien la bienvenida al nuevo ciclo agrícola lo marca el mes de mayo, sobre todo con la celebración del día de la Santa Cruz que coincide con la fiesta prehispánica Huey Tozoztli dedicada a Tláloc, mientras los sacerdotes católicos se limitan a celebrar una misa en su templo, los graniceros colocan cruces en las cimas de los cerros, en los manantiales y se pide la lluvia y buen tiempo a las deidades prehispánicas de la lluvia.


Dentro de sus sueños o alucinaciones, Don Goyo; es la encarnación del espíritu del volcán Popocatépetl. A quienes se le ha presentado lo describen como un hombre indígena de cuerpo espigado, vestido de blanco y con pies descalzos, en los sueños él les pide que le den de comer y así lo hacen. Y al Iztaccíhuatl, la conocen como Doña Rosita y la celebran el día 30 de agosto (Día de Santa Rosa de Lima).


Sus templos, se hallan distribuidos en distintos abrigos rocosos, siendo el más importante en el Iztaccíhuatl, a 3 mil 200 metros sobre el nivel de mar, la Cueva de los brujos o Alcalican. Espacio ritual que se remonta a los tiempos prehispánicos. En ella se observa una gran cruz al pie de la cual se detectan múltiples ofrendas de cerámica, flores de papel y comida.


Alcalican es el más fuerte y junto con la Coronilla, Amacuilecatl y la cueva del Señor de Sacromonte en donde se adoraba antiguamente a la diosa Chalchiuhtlicue, forman una cruz, son puntos de gran energía para pedir agua.

Otra gran festividad relacionada con la agricultura se da a inicios de noviembre, en éste mes se cierra el temporal con los agradecimientos por una buena cosecha.


Esta actividad no es exclusiva de los hombres, ya que si la marcada es mujer, además de cubrir sus funciones de granicera, está comprometida a desempeñarse como partera o curandera.


La gran mayoría de graniceros o tiemperos, prefiere vivir en anonimato y realizan sus rituales solo para su comunidad. Desgraciadamente casos como Don Antonio Analco y Moisés Vega Mendoza han convertido estás ceremonias con una antigua tradición de carácter sagrado, en un circo, que algunos pseudo reporteros amarillistas han popularizado, haciendo que cada vez más personas vengan a estos sitios sagrados a presenciar un show. Por otra parte grupos seguidores de una mal informada mexicanidad, que hacen una mezcolanza de tradiciones prehispánicas, rituales mágicos paganos, cristianismo, filosofías como el yoga, hinduismo, etc. han contaminado el mundo ritual de los graniceros.


Afortunadamente, aún existen graniceros que celebran a Tláloc en un ambiente más íntimo, por ejemplo los que suben de Juchitepec al primer portillo en el Iztaccíhuatl, en San Pedro Nexapa a Amalacaxco y Huehuexotla, de Atlautla suben al "rostro divino"

en el Popocatépetl, de Amecameca a Alcalican.


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